martes, 16 de febrero de 2010

El petit de Cal Eril

...haciendo "trueque" con Juan Carlos...
"El petit de Cal Eril" por "Manel"...


seguimos buscando!
...(continuará)...

sábado, 23 de enero de 2010

HAITÍ .

Eduardo Galeano
16 Enero 2010, 10:31 AM
La democracia haitiana nació hace un ratito. En su breve tiempo de vida, esta criatura hambrienta y enferma no ha recibido más que bofetadas. Estaba recién nacida, en los días de fiesta de 1991, cuando fue asesinada por el cuartelazo del general Raoul Cedras. Tres años más tarde, resucitó. Después de haber puesto y sacado a tantos dictadores militares, Estados Unidos sacó y puso al presidente Jean-Bertrand Aristide, que había sido el primer gobernante electo por voto popular en toda la historia de Haití y que había tenido la loca ocurrencia de querer un país menos injusto.

El voto y el veto Para borrar las huellas de la participación estadounidense en la dictadura carnicera del general Cedras, los infantes de marina se llevaron 160 mil páginas de los archivos secretos. Aristide regresó encadenado. Le dieron permiso para recuperar el gobierno, pero le prohibieron el poder. Su sucesor, René Préval, obtuvo casi el 90 por ciento de los votos, pero más poder que Préval tiene cualquier mandón de cuarta categoría del Fondo Monetario o del Banco Mundial, aunque el pueblo haitiano no lo haya elegido ni con un voto siquiera.
Más que el voto, puede el veto. Veto a las reformas: cada vez que Préval, o alguno de sus ministros, pide créditos internacionales para dar pan a los hambrientos, letras a los analfabetos o tierra a los campesinos, no recibe respuesta, o le contestan ordenándole:
-Recite la lección. Y como el gobierno haitiano no termina de aprender que hay que desmantelar los pocos servicios públicos que quedan, últimos pobres amparos para uno de los pueblos más desamparados del mundo, los profesores dan por perdido el examen.

La coartada demográfica A fines del año pasado cuatro diputados alemanes visitaron Haití. No bien llegaron, la miseria del pueblo les golpeó los ojos. Entonces el embajador de Alemania les explicó, en Port-au-Prince, cuál es el problema:
-Este es un país superpoblado -dijo-. La mujer haitiana siempre quiere, y el hombre haitiano siempre puede. Y se rió. Los diputados callaron. Esa noche, uno de ellos, Winfried Wolf, consultó las cifras. Y comprobó que Haití es, con El Salvador, el país más superpoblado de las Américas, pero está tan superpoblado como Alemania: tiene casi la misma cantidad de habitantes por quilómetro cuadrado.
En sus días en Haití, el diputado Wolf no sólo fue golpeado por la miseria: también fue deslumbrado por la capacidad de belleza de los pintores populares. Y llegó a la conclusión de que Haití está superpoblado... de artistas.
En realidad, la coartada demográfica es más o menos reciente. Hasta hace algunos años, las potencias occidentales hablaban más claro.

La tradición racista Estados Unidos invadió Haití en 1915 y gobernó el país hasta 1934. Se retiró cuando logró sus dos objetivos: cobrar las deudas del City Bank y derogar el artículo constitucional que prohibía vender plantaciones a los extranjeros. Entonces Robert Lansing, secretario de Estado, justificó la larga y feroz ocupación militar explicando que la raza negra es incapaz de gobernarse a sí misma, que tiene "una tendencia inherente a la vida salvaje y una incapacidad física de civilización". Uno de los responsables de la invasión, William Philips, había incubado tiempo antes la sagaz idea: "Este es un pueblo inferior, incapaz de conservar la civilización que habían dejado los franceses".
Haití había sido la perla de la corona, la colonia más rica de Francia: una gran plantación de azúcar, con mano de obra esclava. En El espíritu de las leyes, Montesquieu lo había explicado sin pelos en la lengua: "El azúcar sería demasiado caro si no trabajaran los esclavos en su producción. Dichos esclavos son negros desde los pies hasta la cabeza y tienen la nariz tan aplastada que es casi imposible tenerles lástima. Resulta impensable que Dios, que es un ser muy sabio, haya puesto un alma, y sobre todo un alma buena, en un cuerpo enteramente negro".
En cambio, Dios había puesto un látigo en la mano del mayoral. Los esclavos no se distinguían por su voluntad de trabajo. Los negros eran esclavos por naturaleza y vagos también por naturaleza, y la naturaleza, cómplice del orden social, era obra de Dios: el esclavo debía servir al amo y el amo debía castigar al esclavo, que no mostraba el menor entusiasmo a la hora de cumplir con el designio divino. Karl von Linneo, contemporáneo de Montesquieu, había retratado al negro con precisión científica: "Vagabundo, perezoso, negligente, indolente y de costumbres disolutas". Más generosamente, otro contemporáneo, David Hume, había comprobado que el negro "puede desarrollar ciertas habilidades humanas, como el loro que habla algunas palabras".

La humillación imperdonable En 1803 los negros de Haití propinaron tremenda paliza a las tropas de Napoleón Bonaparte, y Europa no perdonó jamás esta humillación infligida a la raza blanca. Haití fue el primer país libre de las Américas. Estados Unidos había conquistado antes su independencia, pero tenía medio millón de esclavos trabajando en las plantaciones de algodón y de tabaco. Jefferson, que era dueño de esclavos, decía que todos los hombres son iguales, pero también decía que los negros han sido, son y serán inferiores.
La bandera de los libres se alzó sobre las ruinas. La tierra haitiana había sido devastada por el monocultivo del azúcar y arrasada por las calamidades de la guerra contra Francia, y una tercera parte de la población había caído en el combate. Entonces empezó el bloqueo. La nación recién nacida fue condenada a la soledad. Nadie le compraba, nadie le vendía, nadie la reconocía.

El delito de la dignidad Ni siquiera Simón Bolívar, que tan valiente supo ser, tuvo el coraje de firmar el reconocimiento diplomático del país negro. Bolívar había podido reiniciar su lucha por la independencia americana, cuando ya España lo había derrotado, gracias al apoyo de Haití. El gobierno haitiano le había entregado siete naves y muchas armas y soldados, con la única condición de que Bolívar liberara a los esclavos, una idea que al Libertador no se le había ocurrido. Bolívar cumplió con este compromiso, pero después de su victoria, cuando ya gobernaba la Gran Colombia, dio la espalda al país que lo había salvado. Y cuando convocó a las naciones americanas a la reunión de Panamá, no invitó a Haití pero invitó a Inglaterra.
Estados Unidos reconoció a Haití recién sesenta años después del fin de la guerra de independencia, mientras Etienne Serres, un genio francés de la anatomía, descubría en París que los negros son primitivos porque tienen poca distancia entre el ombligo y el pene. Para entonces, Haití ya estaba en manos de carniceras dictaduras militares, que destinaban los famélicos recursos del país al pago de la deuda francesa: Europa había impuesto a Haití la obligación de pagar a Francia una indemnización gigantesca, a modo de perdón por haber cometido el delito de la dignidad.
La historia del acoso contra Haití, que en nuestros días tiene dimensiones de tragedia, es también una historia del racismo en la civilización occidental

viernes, 11 de septiembre de 2009

Niña de agua




La distancia que separa las calles, parques y ciudades españolas de las jaimas o tiendas de campaña azotadas por el sol y el viento del Sahara argelino, en el que sobreviven en campos de refugiados desde finales de los setenta más de 200.000 saharauis, se reduce en el verano. Los artífices de este acercamiento son las asociaciones de amigos del pueblo saharaui que organizan desde hace 14 años el programa "Vacaciones en paz", una iniciativa que permite que los niños de este pueblo en el exilio puedan vivir durante los meses de julio y agosto una vida diferente acogidos en hogares de familias españolas.

...Desde hace muchos años, estos niños vienen a dar un aldabonazo en nuestras conciencias, nos recuerdan que los saharauis existen; que, para vergüenza nuestra, siguen confiando en España, en esa España cuyo Gobierno los abandona para apoyar a quien usurpa el territorio saharaui y lo mantiene amurallado y controlado por un ejército armado hasta los dientes; a quien, tras esa muralla, aplasta cualquier voz disonante; a quien expulsó a sangre y fuego de sus casas a todo aquel que quería mantener su dignidad ante el invasor; a quien persigue, viola, encarcela, tortura, asesina o hace desaparecer a todos los que sencillamente quieren ser saharauis en su tierra; a quien se burla reiteradamente de la legalidad internacional despreciando las resoluciones de Naciones Unidas, que una y otra vez reclaman la celebración de un referéndum de autodeterminación; a quien firma acuerdos de paz que luego pisotea ante la indiferencia general.

Todo eso nos recuerdan esos niños. Acojámoslos como se merecen, y ayudemos a su pueblo. (Carlos Sánchez de Roda)

domingo, 5 de julio de 2009

Domingo torbellino

Faltan dos días.
....
......
........

sábado, 6 de junio de 2009

martes, 12 de mayo de 2009

Antonio Vega

Era crónica de una muerte anunciada pero que triste... Ahora estoy escuchando su música y me trae recuerdos desde que era una cria y coleccionaba las pegatinas que salían en el SuperPop. El estaba ahí con sus canciones desde siempre y es ahora cuando entiendes el significado de frases hechas como la de "crecí escuchando su música"...Me recuerdo bailando "La chica de ayer" en Plato10 en el barrio... O empatizando en mis momentos de inseguridad "Lucha de gigantes", "El sitio de mi recreo", "Azul", "Se dejaba llevar por ti". Lo vi por última vez en directo en la Universidad,estaba ya muy enfermo pero transmitiendo la misma emoción con la voz y su guitarra.
Es curioso el poder del arte. Hace que te entristezca de verdad la pérdida del que ha conseguido conmoverte...

domingo, 5 de abril de 2009

II MOSTRA ITINERANT DE CINEMA I VÍDEO INDÍGENA


Todavía estáis a tiempo de ir a la última proyección de esta tarde.
Esta iniciativa va en apoyo de los y las realizadoras, productoras y directoras indígenas, en la construcción de una forma propia de expresión a través del cine y la comunicación audiovisual.
Hoy proyectan "El grito de la selva".
"El Grito de la Selva" es la primera película de largometraje realizada por comunicadores indígenas en la amazonía boliviana. La cinta narra acontecimientos basados en hechos reales sucedidos en los años 1990 y 1996 en el contexto de la preparación de la histórica marcha que los pueblos indígenas del Beni iniciaron a la ciudad de La Paz en reclamo de dignidad y territorio, y aborda el papel y lucha de las comunidades indígenas en la defensa de sus derechos y su tierra.
Se proyecta a las 19.30h en la Seu Universitaria.

De paso os pongo el enlace del periódico digital de Pedro Cayuqueo Millaqueo ponente mapuche que ha participado en la Mostra y cuyo trabajo hay que difundir.
http://www.azkintuwe.org/

AZKINTUWE tiene sus orígenes en el Colectivo Lientur de Contrainformación, portal de Internet creado el año 2000 en Temuco y elaborado por comunicadores cuyo objetivo era denunciar ante la opinión pública los múltiples atropellos de que eran víctimas comunidades y organizaciones del Pueblo Mapuche en Chile.